Dime cómo lo dices, y te diré quién eres.

Creatividad / Publicidad
Escrito por bang, 17-09-2014
La identidad verbal de una marca influirá en aspectos importantes como la reputación o la notoriedad, sobre todo en mercados maduros donde el discurso es bastante homogéneo.

Hay palabras que simplemente ya no las oímos. Estamos saturados de escucharlas en miles de anuncios. Sería fácil echarle la culpa a los publicistas, pero seamos honestos, el diccionario tiene las palabras que tiene. Y no es tarea de los creativos añadir nuevas palabras, para eso ya están los académicos. Por ello en ocasiones nos vemos obligados a volver a repetir esas palabras que nos martillean los oídos, porque no hay otras para describir las peticiones de los clientes.

Lo bonito llega cuando un anuncio te sorprende, y te sorprende mucho, curiosamente, por lo que dice. Porque estamos tan cansados de oír lo mismo, que cuando nos lo cambian es como si tuviéramos a la orquesta filarmónica en nuestro oído. Y eso se consigue trabajando en el tono de voz de la marca, una oportunidad más para destacar frente a la competencia.

En Bang! tenemos claro que tan importante como la identidad visual es la identidad verbal de una marca, ahí entran en juego el naming, claim o tono de de voz entre otros. Como se exprese nuestra marca es algo fundamental, ya que está en continuo contacto con el consumidor sobre todo en redes sociales. Al final, la identidad verbal de una marca influirá en aspectos importantes como la reputación o la notoriedad, sobre todo en mercados maduros donde el discurso es bastante homogéneo.

Un gran ejemplo donde ver como surge la magia gracias al texto es el siguiente. Aconsejo ponerlo a todo volumen y a pantalla completa. Siente las palabras y emociónate.

El texto del spot es una adaptación de “¿Así que quieres ser escritor” de Charles Bukowski. Se que deja con ganas de más, ser libres de verlo y sentirlo una vez más.

Lo más emocionante es que todos somos capaces de ver como propias las palabras de Bukowski. Para seguir motivándonos a continuación el texto original. Dejemos que  nos salga de dentro.

 ¿Así que quieres ser escritor?

Si no te sale ardiendo de dentro,

a pesar de todo,

no lo hagas.

A no ser que salga espontáneamente de tu corazón

y de tu mente y de tu boca

y de tus tripas,

no lo hagas.

Si tienes que sentarte durante horas

con la mirada fija en la pantalla del ordenador

o clavado en tu máquina de escribir

buscando las palabras,

no lo hagas.

Si lo haces por dinero o fama,

no lo hagas.

Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,

no lo hagas.

Si tienes que sentarte

y reescribirlo una y otra vez,

no lo hagas.

Si te cansa sólo pensar en hacerlo,

no lo hagas.

Si estás intentando escribir

como cualquier otro, olvídalo.

 

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,

espera pacientemente.

Si nunca sale rugiendo de ti,

haz otra cosa.

 

Si primero tienes que leerlo a tu esposa

o a tu novia o a tu novio

o a tus padres o a cualquiera,

no estás preparado.

 

No seas como tantos escritores,

no seas como tantos miles de personas

que se llaman a sí mismos escritores,

no seas soso y aburrido y pretencioso,

no te consumas en tu amor propio.

Las bibliotecas del mundo

bostezan hasta dormirse

con esa gente.

No seas uno de ellos.

No lo hagas.

A no ser que salga de tu alma

como un cohete,

a no ser que quedarte quieto

pudiera llevarte a la locura,

al suicidio o al asesinato,

no lo hagas.

A no ser que el sol dentro de ti

esté quemando tus tripas,

no lo hagas.

Cuando sea verdaderamente el momento,

Y si has sido elegido,

sucederá por sí solo y

seguirá sucediendo hasta que mueras

o hasta que muera en ti.

No hay otro camino

Y nunca lo hubo.

 Charles Bukowski

 

Marta López. Copywriter.

Escrito por bang, 17-09-2014
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