Hace un tiempo se decía que “quien no está en internet, no existe”. Aunque esta cita lleve implícita una metáfora que se corresponde con la realidad de varias empresas, hay una verdad que va más allá: “Quien no está en las redes sociales, no existe”.
Puesto que cada vez más empresas y organizaciones van llegando al entorno Social Media, desde Bang! vemos necesario enumerar algunas reglas básicas para que no te sientas muy perdido si perteneces profesionalmente al sector de social media:
Como usuario individual de las redes sociales puedes tener multitud de errores en Facebook o Twitter, ya que lo normal es que estos no trasciendan. Sin embargo, si tu actividad frente a una pantalla está representando a una empresa u organización, el error puede conllevar consecuencias negativas para ésta. Los errores del community manager cuando actúa en nombre de las empresas pueden dar al traste con toda una estrategia de comunicación, provocar la pérdida de confianza y, en definitiva, hacer perder mucho dinero.
Como nadie quiere llegar hasta esos límites, desde nuestro blog queremos recomendar a modo de pequeños consejos sobre los usos correctos de las plataformas online desde un plano profesional:
1. Las redes sociales no son tablones de anuncios
Una red social se alimenta de la interacción. Sin ella está condenada al fracaso más absoluto.
Publicar posts en Facebook y no responder a las preguntas de tus fans es, sin duda, una falta de atención e interés por parte de la empresa hacia sus públicos. ¿Cuántas veces habéis visto marcas en Twitter con miles de seguidores pero que sólo siguen a una docena de perfiles (todos de la propia empresa)?
Una marca que no tiene intenciones de relacionarse o conectar con sus públicos, es una marca que no está preparada para social media.
2. Actualiza los perfiles
Si una empresa no dispone de suficiente tiempo o interés para dinamizar y generar contenido en sus redes, mejor que no se adentre en el universo online. Es muy sencillo, pero no todas las empresas lo tienen tan claro.
Tanto en Facebook como en Twitter es muy común llegar a algunos perfiles cuya última actualización data de cuatro, cinco o siete meses atrás. Les parecerá bonito… La impresión que los clientes potenciales pueden percibir de la empresa es demoledora: – Si no eres capaz de preocuparte por tus propias cuentas, ¿cómo te vas a preocupar por la mía?-
Para cuando quieras (o puedas) responder a esta cuestión, ya se habrán ido.
3. El poder de la imagen
Está demostrado. Una publicación en Facebook o un tweet con imagen tiene mucha más visibilidad que aquellos que no la tienen. Esto no significa que valga cualquier imagen. Acompáñalas de aquellas que tengan que ver con el contenido de la publicación y evita la repetición de gráficas. La novedad vende, la reiteración cansa.
Y, por supuesto, usa imágenes propias o compra los derechos de otras que no te pertenezcan. No estamos hablando de la Ley de Propiedad Intelectual (que también), sino de evitar posibles problemas legales.
4. Necesito más fans / seguidores.
Todo el mundo quiere tener muchos fans en Facebook o seguidores en Twitter o Pinterest pero eso no es algo que se pueda comprar. O… Rectifico. Eso es algo que puedes comprar, pero no deberías hacerlo y a continuación te explico por qué:
Del mismo modo que la gente espera que tú, como marca, interactúes con ellos, también debes buscar que los tuyos lo hagan contigo. Si preguntas, deseas una respuesta. Y comprando followers vas a ver cómo la cifra aumenta, pero sólo obtendrás ‘seguidores fantasma’. Como citan algunos internautas: “I like no es I buy”. Ni comentarios, ni retweets, ni favoritos, ni me gustas, ni nada. Posiblemente, porque ni siquiera entienden el idioma en el que escribes…
Lo habrás oído antes, pero es mejor la calidad que la cantidad.
Para crear una comunidad propia en las redes sociales, invierte en publicidad. Hay muchas maneras y verás cómo dan resultado. Además, al hacerlo puedes segmentar el público al que te diriges. Así, ya de antemano, sabrás que tus nuevos fans están interesados en el mundo en el que te mueves.
5. Me asedian trolls
Antes de explicar qué hacer con ellos, sería bueno definir a este sujeto. Un troll es aquel personaje que llega a tu perfil social para hacerte la vida imposible. ¿Por qué? Porque disfruta. Hay quien dice que esta clase de personas descargan todo su energía negativa en internet y así tienen una vida más tranquila en su día a día… Míralo así, estamos haciendo un bien común.
Es fácil detectar a un troll, te llena los posts de sus comentarios hirientes y ofensivos. No se queda sólo en uno, sino que va saltando de uno a otro para conseguir más visibilidad. Tú tranquilo, a lo mejor no has hecho nada malo.
Primero intenta razonar con él, pregúntale qué le ha ofendido (si no lo tienes claro) y espera más comentarios del mismo tipo. Avísale de que va a ser bloqueado si sigue por el mismo camino y, cuando lo haga, bloquéalo.
Ten en cuenta que al troll no lo bloqueas porque te molesta a ti personalmente, sino porque es un incordio para tus seguidores y tus fans. No permitas que ningún amigo tuyo se sienta ofendido en tu casa, en tu página. El que haya venido a molestar, que se vaya por donde ha venido.
La presencia en Social Media es algo que se construye poco a poco. Nadie llegó a tener su gran comunidad de la noche a la mañana, sino que la fueron construyendo con tiempo, empatía y mucha paciencia. Como todo lo que vale la pena.
La Guía Básica II de Social Media is coming…
Fuentes:
http://www.netfoster.es/el-buen-community-manager/
http://aportavalor.com/7-herramientas-fundamentales-para-un-buen-community-manager/
Jaime Ferrán. SocialMedia Manager