Operación triunfo

Creatividad / Marketing / Publicidad
Escrito por bang, 29-01-2015
El ego mantenido a raya, sin que se nos descontrole, puede llegar a ser nuestro mejor aliado, por lo tanto, ¿qué mejor idea que alimentarlo?

«El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse», Winston Churchill.

 

Siempre buscamos el éxito en nuestro trabajo, normalmente por partida doble: el éxito de nuestros clientes y el nuestro personal. Y como decía Winston Churchill lo mejor para llegar al éxito es saber gestionar el fracaso y que este nos ayude a reconducir nuestro camino al éxito. Todas las empresas empiezan  2015 planteándose nuevos objetivos y todos ellos están dirigidos a la búsqueda de un mayor beneficio o, lo que es lo mismo, a aumentar nuestro triunfo. A nivel personal ocurre lo mismo y no tenemos que tener miedo a admitirlo. Aunque no lo planteemos en informes, también queremos seguir mejorando y alcanzando nuevas metas.

 

«Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito», Thomas Alva Edison.

 

Es una gran motivación para cualquier persona que le otorguen un premio. Esto le pasa al arquitecto, al escritor, al estudiante de la ESO, al cantante y también (no íbamos a ser menos) a los publicistas. Hablo de publicistas, pero englobando dentro a todos los que hacen posible sacar a delante una campaña de publicidad (creativos, planner, cuentas, ilustradores, diseñadores, programadores…). A todos, todos, todos, nos gustan los premios y hacer crecer nuestro ego interior, aunque sólo sea por un día. Normalmente hablamos del ego como algo malo. Pero nos equivoquemos: el EGO (con mayúsculas, sí, que le gusta hacerse notar) es una gran herramienta para creernos algo que no somos durante un breve momento y hacernos creer que somos capaces de hacer cualquier cosa, lo que nos motiva a nosotros mismos a superar nuestros límites. Ese ego mantenido a raya, sin que se nos descontrole, puede llegar a ser nuestro mejor aliado, por lo tanto, ¿qué mejor idea que alimentarlo?

Como comentaba, en publicidad buscamos la excelencia para nuestro clientes. Si el objetivo es el lanzamiento de una nueva gama de productos, buscamos comunicar eso de la mejor forma posible. Pero también buscamos la excelencia en nuestro campo, por ejemplo, comunicando en un medio tecnológicamente innovador, con alguna técnica gráfica novedosa o dándole una nueva vuelta a las historias cotidianas. El ‘problema’ aparece cuando se antepone la excelencia de nuestro campo a la excelencia de cumplir los objetivos del cliente. O lo que es lo mismo, cuando las agencias buscan cosechar la mayor cantidad de metales en todos los festivales de publicidad. Pero, ¿es esto realmente malo, o están haciendo que suba el nivel profesional y que todos desde nuestras sillas intentemos esforzarnos un poco más? No olvidemos que los festivales son también una gran herramienta comercial para las marcas. Las agencias se muestran en un gran escaparate y los grandes clientes pueden ver cuales son las agencias más punteras. Igual es descabellado tener parejas creativas dedicadas exclusivamente a la época de festivales. O igual no es tanta locura, porque están haciendo una gran labor comercial, pescar grandes cuentas y subir el prestigio de sus equipos.

 

«Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante, aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de  moda, aunque sólo se tome una copa, y si pide prestado, pida mucho», Aristóteles Onassis.

 

Efectivamente, el éxito puede ser cuestión de apariencia, de creérnoslo o de autoestima. Para sobrevivir al día a día navegando entre tantos ‘noes’, ‘esto no lo veo’, ‘dale una vuelta’ o ‘quizás el año que viene’, la solución puede ser alimentar nuestro EGO. Si este año la cosecha no aumenta, porque no siempre es posible, hagamos todo lo que esté en nuestra mano para que nuestro ego aumente (con un par de minutos puede ser suficiente).

Como alimentar el EGO en cinco sencillos pasos:

  1. Imagínate un auditorio entero aplaudiéndote (si es necesario aplaude tu también para escuchar el sonido de los aplausos), aclárate la voz, mírate al espejo y pronuncia tu discurso de agradecimiento.
  2. Date una palmadita en la espalda de vez en cuando. Well done!
  3. Acuérdate de ese gran trabajo que hiciste, si esa vez pudiste, ahora también.
  4. Fantasea con una mano negra que está detrás de que no hayas ganado ningún premio últimamente… o al complot que hay detrás de todo para que siempre ganen los mismos.
  5. Reconoce abiertamente que tienes ego. ¡Sí, yo también tengo ego!

 

Marta López. Copywriter.

Escrito por bang, 29-01-2015
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